El aprendizaje basado en proyectos (ABP) es un enfoque educativo que busca proporcionar a los estudiantes experiencias prácticas y significativas a través de la planificación, diseño e implementación de proyectos concretos. En lugar de centrarse exclusivamente en la transmisión de información de manera pasiva, el ABP fomenta la participación activa de los estudiantes en la resolución de problemas y la aplicación de conocimientos en contextos del mundo real.
Desde esta noción es que me interesa traer el siguiente proyecto, del cual soy co-autora con mis compañeros Ignacio Hoays y Diego Miño, en el que buscamos integrar las materias matemática, arte y sistemas de comunicaciones en una escuela secundaria con modalidad técnica, con orientación en electrónica. La finalidad del proyecto es la construcción de una antena de televisión que aproveche el diseño fractal, para luego donarla a zonas en las que el acceso es escaso, considerando que hoy en día el acceso a la información en el día a día, minuto a minuto, resulta esencial, y que un producto como el que presentamos, incluso con una televisión vieja, puede ayudar enormemente a una familia o institución a estar al pendiente de lo que pasa en el mundo.
Sin embargo, "Fractele" no es el único proyecto que me interesa recomendar en esta ocasión. En un país en el que es tan común el consumo de yerba mate y a menudo se descarta luego de su uso, las autoras de este proyecto "Tomá mate y recargate" proponen un enfoque de reutilización de la yerba mate y de pilas (baterías) que de otra manera se descartarían, como sucede muy a menudo, de manera no segura, lo cual puede resultar muy perjudicial para el medio ambiente.
Creo que es una gran iniciativa para impulsar el reciclado en las escuelas y la participación de los estudiantes, ya que se trata de algo con lo que interactúan a diario. También tiene un gran potencial creativo desde la modelización del producto final, ya sean macetas, objetos decorativos u otros tipos de recipientes que se pueden producir de manera económica y son una excelente alternativa para el trabajo con otros materiales más costosos como la arcilla o la porcelana fría.
Definitivamente este proyecto da un giro de tuerca a la concientización sobre el cuidado del medio ambiente y el reciclado, además de que integra varias materias de la escuela secundaria y permite abordarlas desde lo interactivo, por lo que creo que merece la pena ser explorado y aplicado en las escuelas de nuestro país.
En las últimas décadas la inteligencia artificial (IA) ha experimentado avances significativos impulsados por las mejoras en hardware y algoritmos más sofisticados. No es raro encontrarla en una variedad de aplicaciones, desde asistentes virtuales y reconocimiento facial hasta sistemas de recomendación o incluso en atención al cliente. La inteligencia artificial se compone de una combinación de algoritmos que buscan imitar la inteligencia y capacidades humanas y así realizar tareas en su lugar. Además, se caracteriza por recopilar información y utilizarla para automejorarse, logrando una mayor precisión conforme más tareas realiza.
"La IA sintetiza y automatiza tareas intelectuales y es, por lo tanto, potencialmente relevante para cualquier ámbito de la actividad intelectual humana. En este sentido, es un campo genuinamente universal." (Russell, S. J., 2004. p. 29)
Actualmente, algunas las inteligencias artificiales más conocidas y utilizadas son el Asistente de Google o Siri (para dispositivos iOS), el Traductor de Google, ChatGPT, creadores de imágenes como Dall-E o Leonardo, o incluso las inteligencias artificiales usadas en el campo de la salud, del automovilismo (como en Tesla) o en la economía.
An artist’s illustration of artificial intelligence (AI), por Google DeepMind en Pexels. Libre de uso.
Los miedos más comunes, que provocan reacciones negativas por parte de los docentes, y resistencia a integrar la IA en las aulas, tienen que ver con que los estudiantes usen las herramientas para que estas hagan la tarea por ellos: escriban textos, respondan preguntas e incluso reflexionen simulando ser humanos, tener emociones. Por otro lado, ante el avance de la tecnología y el perfeccionamiento de los algoritmos con los que se programan estas IA, un miedo común es que se vuelvan tan buenas en imitar acciones humanas que terminen por desplazar, como ya han comenzado a hacerlo, a las personas de sus puestos de trabajo.
Si bien estos temores están bien fundamentados teniendo en cuenta lo involucradas que están estas tecnologías en la vida cotidiana y lo normal que se ha vuelto su utilización, es importante no perder de vista que se trata de la evolución de algo que ya existía: los estudiantes ya "se copiaban" en el pasado, e incluso podría debatirse que era mucho más fácil hacerlo debido a la predominante educación tradicional, en la que la mera repetición de los contenidos "garantizaba" la adquisición del conocimiento. Así como la educación evolucionó, para adaptarse a las personas, a los modelos pedagógicos y a los descubrimientos en el campo de la psicología, ¿acaso no evolucionó también para adaptarse a la tecnología? ¿Y no podríamos considerar a la inteligencia artificial como una nueva etapa evolutiva en esa dirección?
AI ethicist, reviewing robotic behavior codes, against backdrop of giant neural network screens, por Unreal en Pixeid, bajo licencia CC BY 4.0 DEED.
De alguna manera, el desinterés del alumnado, junto con el hecho de que un escrito realizado por una inteligencia artificial pueda hacerse pasar por un escrito realizado por una persona, habla también de las falencias del sistema que evalúa ese trabajo y lo considera lo suficientemente adecuado como para que el estudiante apruebe, sin ningún tipo de forma de verificar que el mismo exprese la subjetividad del estudiante, y sin verificar que haya una coherencia entre sus intereses y opiniones y lo que entrega como escrito propio. No se trata tampoco de someter a cada estudiante a un análisis de compatibilidad entre ellos y las tareas que entregan, sino quizá de replantear la manera en la que como docentes elaboramos consignas, actividades, secuencias y clases en las que haya menos lugar para una versión modernizada de la educación tradicional y más lugar para que desde su propia perspectiva los estudiantes interactúen, discutan, se involucren y realmente se lleven de clase algo más que una nota.
Desde otro punto de vista, más centrado en el estudiante, también podría argumentarse que aquel estudiante que entrega un trabajo completamente escrito por una inteligencia artificial y que logra responder a las consignas de una manera más específica y no tan amplia debió, en algún punto, elaborar una pregunta para hacerle a esa IA y que la misma responda lo que él quería. Al intentar ahorrarse el trabajo de realizar un escrito o de investigar una pregunta, utilizó en cambio su capacidad para hacer preguntas puntuales, para resignificar la consigna en un lenguaje que permita que la IA la resuelva.
Este me parece un enfoque interesante para reflexionar sobre el uso de las inteligencias artificiales en las escuelas, ya que nos lleva a pensar en lo que la experimentación con IA puede aportar al estudiante; ese estudiante que, de ser motivado por una actividad que involucre la inteligencia artificial de manera intencional y no porque la necesita para "hacer trampa", podría aprender a utilizar una poderosa herramienta, no sólo significativa durante la secundaria, sino también a lo largo del resto de su trayectoria escolar y/o laboral.
Está claro que no podemos evitar el avance y crecimiento de la inteligencia artificial como herramienta accesible para cualquiera, entonces, ¿cómo podemos aprovechar la IA en el aula?
En primer lugar, desde el lugar de docentes, debemos ayudar a las nuevas generaciones, tan atravesadas por la tecnología, si no más, como el resto a desarrollar instrumentos y formas de navegar el mundo. Los estudiantes son conscientes de que las aplicaciones como ChatGPT existen y ya han comenzado a experimentar con ellas, por lo que se vuelve nuestro trabajo educarnos al respecto y guiarlos en el uso responsable de las mismas, en lugar de pretender que no existen.
Por otro lado, estamos al mando de las actividades y desarrollo de clase en el aula, por lo tanto tenemos la oportunidad de integrar la inteligencia artificial y mostrar a los estudiantes el lado positivo de las mismas, qué aportan y cómo mejoran ciertos aspectos interactivos de la clase. Podemos compartir con los estudiantes respuestas generadas por la IA y pedirles que las consideren, evalúen su nivel de validez para responder una pregunta planteada y analicen las diferencias entre esas respuestas y las que ellos mismos darían a las mismas preguntas. Varios experimentos se han realizado siguiendo este método y han demostrado ser muy eficientes a la hora de promover la participación de los estudiantes y el interés por aportar respuestas más específicas y elaboradas que permitan solucionar problemas particulares. En este link dejo la nota de un experimento realizado por dos miembros de la Universidad de Harvard, Dana Karout y Houman Harouni que justamente profundiza sobre estas ideas (está en inglés, se puede usar el traductor automático de Google para traducir la página).
Volviendo a lo mencionado previamente, uno de los mejores aprovechamientos de inteligencias artificiales como ChatGPT, diseñados principalmente para responder preguntas, es aprender cómo hacer preguntas correctamente. A diferencia de los robots, los estudiantes -las personas, en general- tienen la posibilidad de hacerse preguntas, de reflexionar y de aprender a criticar sus propias preguntas. Motivar a los estudiantes a mejorar su capacidad de realizar preguntas a través del análisis de las respuestas que da la IA motiva su creatividad, promueve el pensamiento orientado a la resolución de problemas y los invita a profundizar sobre la forma en la que comunican lo que piensan: ¿qué es lo que realmente intentan preguntar? ¿Qué es lo que quieren saber? Este trabajo también ayuda a que no se conformen con una respuesta vaga, sino que intenten encontrar la respuesta que realmente satisfaga la pregunta que quieren hacer.
En otras palabras, la implementación de la IA en las aulas puede motivar a los estudiantes a ser más autocríticos y a explayarse más en el desarrollo de sus respuestas, contrarrestando las ideas de que necesariamente la aparición de estas herramientas en las aulas los convierte en robots que automatizan la realización de tareas copiándolas en un programa (lo cual es completamente injusto para el estudiante, ya que minimiza sus capacidades y logros). Por el contrario, puede ser una excelente oportunidad para impulsar la creatividad y hacer brillar el potencial humano de reflexión, análisis e interpretación que tanto hizo falta durante todos los años en los que predominó la educación tradicional.
Las herramientas seguirán estando ahí, sólo es cuestión de aprender a aprovecharlas.
Bibliografía:
Harouni, H., Karout, D. (2023). ChatGPT Is Unoriginal—and Exactly What Humans Need [ChatGPT es poco original—y exactamente lo que los humanos necesitan]. Wired. Consultado en https://www.wired.com/story/chatgpt-education-originality/ el 11 de noviembre de 2023.
Lippit, A. M. (2023). Panelists Discuss AI in K-12 Education at Harvard Ed School Webinar [Panelistas discuten la IA en educación K-12 en el Harvard Ed School Webinar]. The Harvard Crimson. Consultado en https://www.thecrimson.com/article/2023/9/7/hgse-ai-education/ el 11 de noviembre de 2023.
Rusell, S. J.; Norvig, P. (2004), «Inteligencia artificial. Un enfoque moderno», Pearson Educación (Segunda edición) (Madrid).
En esta ocasión comparto una secuencia didáctica para 6° año de secundaria sobre funciones trigonométricas. La misma tiene por objetivo principal trabajar los contenidos haciendo uso de las TIC y permitir a los alumnos relacionar las funciones trigonométricas con fenómenos de la vida cotidiana.
En la misma se utilizan las metodologías de aprendizaje aula invertida, rutinas de pensamiento y modelo TPACK.
A más de
veinte años del comienzo del siglo XXI, contamos con una amplia variedad de
herramientas tecnológicas y digitales que permiten facilitar el acceso a la
educación a miles de estudiantes de cualquier edad y de cualquier sitio del
mundo. Esto permitió que ideas pedagógicas que llevaban años desarrollándose
como hipotéticas se concretaran y cobraran sentido como formas de atender
necesidades consecuentes de las falencias y desactualización del sistema
educativo.
Uno de los
tantos modelos pedagógicos que se vieron beneficiados por el avance de la tecnología
es el desarrollado por los profesores estadounidenses Jon Bergmann y Aaron Sams a principios de
los 2000, tras observar que varios de sus alumnos no podían, por diversos
motivos, asistir a clases. Su manera de lidiar con esta problemática consistió
en grabar sus conferencias y lecciones para que los estudiantes pudieran verlas
desde su casa, y así dedicar más tiempo a la resolución de problemas en clase. Este
modelo recibe el nombre de aula
invertida, veamos un poco más a fondo de qué trata.
Como
docentes, nuestra capacidad de innovar constantemente es esencial para
adaptarnos a las necesidades cambiantes de los estudiantes en la era digital.
En contraste con la enseñanza tradicional, donde los estudiantes pasan la mayor
parte del tiempo de aprendizaje en el aula, recibiendo información de forma
pasiva, el aula invertida da un giro al proceso de aprendizaje y propone un
enfoque donde la adquisición inicial de conocimientos se traslada fuera del
aula y el tiempo en clase es utilizado para la interacción activa, la
resolución de problemas y la aplicación práctica de conceptos. Esta forma nueva
de aprender transforma la dinámica del aula, potencia el aspecto social de la
escuela, fomenta la participación y debate entre los estudiantes, así como el
pensamiento crítico y la colaboración.
Cabe
destacar que el auge de la tecnología digital, en particular la disponibilidad
de videos en línea y plataformas de aprendizaje electrónico, desempeñó un papel
crucial en el desarrollo del aula invertida. Los educadores tuvieron mayor
facilidad para crear y compartir recursos de aprendizaje en línea, como videos,
simulaciones y lecturas interactivas. Además, los estudios sobre la eficacia
del aprendizaje activo, que involucra a los estudiantes de manera más activa en
el proceso de aprendizaje, respaldaron la idea de que los estudiantes pueden
beneficiarse al interactuar con el contenido antes de la clase. Al permitir que
los estudiantes avancen a su propio ritmo el docente tiene la posibilidad de
utilizar el tiempo de clase para ayudar a cada estudiante y orientar un
aprendizaje más personalizado que atienda las necesidades individuales.
Para
ofrecer a los estudiantes la oportunidad de un aprendizaje más autónomo es
importante que conozcamos herramientas, digitales o no, que nos ayuden a
hacerlo posible. En esta ocasión quiero hablarles de dos que resultan
particularmente interesantes, abriendo la posibilidad de que compartan en
comentarios cualquier otra que conozcan.
Gobstones: programación al alcance de todos
A pesar del
avance tecnológico de los últimos años existen sectores que aún se enfrentan a
desafíos para ser insertados en el sistema educativo, siendo uno de ellos la programación. Entre
dichos obstáculos se encuentran por ejemplo la falta de formación de docentes y
de recursos tecnológicos suficientes (lo cual puede ampliar la brecha
digital en lugar de suponer un progreso), las dificultades que presenta una
modificación o ampliación del currículum, y más socialmente las resistencias
por parte de educadores, padres e instituciones de incluir a la programación en
las escuelas, creyendo que es innecesario o bien que sólo beneficiaría a
aquellos estudiantes con habilidades matemáticas avanzadas o con carreras
digitales en mente.
Sin
embargo, es evidente que la programación es una habilidad cada vez más
fundamental a medida que se transforman diversos aspectos de nuestra sociedad.
La incorporación de la programación en el currículum ofrecería una serie de
beneficios significativos: fomentar el pensamiento lógico y la resolución de
problemas, promover la creatividad e innovación, enseñar sobre trabajo en
equipo e incluso preparar a los estudiantes para el futuro laboral, así decidan
aplicar esas herramientas digitales directamente o utilizar lo aprendido como
herramientas para transferirlo a otros sectores.
Pero, ¿por
qué es Gobstones
una buena herramienta para lograr esto? La plataforma fue creada por el grupo
de investigación en Programación en Educación del Departamento de Computación
de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos
Aires, Argentina.En principio, estamos
hablando de una herramienta que fue específicamente diseñada teniendo en cuenta
su potencial educativo, para acercar conceptos de programación a estudiantes
que están entrando en contacto con el ámbito por primera vez.
Miño, D. (2023). Tablero de Gobstones. [Ilustración]. Comisionada.
Gobstones
utiliza un tablero cuadriculado y fichas de colores (gobstones) para
representar problemas y algoritmos de programación. Los estudiantes pueden
escribir programas simples para mover las fichas en el tablero, lo que les
permite comprender conceptos como secuencias de comandos, estructuras de
control de flujo (como bucles y condicionales) y abstracción.
El objetivo
de Gobstones es hacer que el aprendizaje de la programación sea más accesible y
atractivo para los estudiantes jóvenes, proporcionándoles una forma visual y
práctica de experimentar con la lógica de la programación. Esta herramienta se
ha utilizado en entornos educativos para enseñar los fundamentos de la
programación de manera divertida y efectiva.
Para
ampliar la información sobre esta herramienta les recomiendo el siguiente
video:
Symbolab: más que una calculadora
Symbolab es una herramienta en línea que
tiene versión gratuita y versión de pago, así como una aplicación para
dispositivos móviles. Con respecto a lo matemático, permite resolver
ecuaciones, calcular derivadas e integrales, resolver problemas de álgebra,
generar gráficos y representaciones visuales, realizar cálculos de estadística
y probabilidad, entre otras funciones. También cuenta con herramientas en los
sectores de cocina, fitness, finanzas
y física. Symbolab es una herramienta útil para estudiantes y profesionales que
desean verificar sus soluciones, comprender conceptos matemáticos o recibir
ayuda con problemas matemáticos complejos. En su versión de pago ofrece
características adicionales y acceso a una mayor cantidad de problemas
resueltos paso a paso.
Les recomiendo
darle una oportunidad a las herramientas que exploramos en esta ocasión, e
incluso compartir el video para que más personas puedan aprovecharlas.
Para más
recursos de capacitación docente vean otra entrada: Aprendizaje
en red.
En la actualidad podría
decirse que los modelos de aprendizaje predominantes dependen completamente de
la/s persona/s involucradas en el proceso;
sin embargo, no es un secreto que estamos en un momento en el que se valoran
cada vez más modelos enfocados en el estudiante y sus necesidades, contemplando
las múltiples formas de aprender, y donde el docente cumple el rol de guía, en
contraste con modelos de aprendizaje
tradicional donde el conocimiento era tratado como algo a transferir de una
persona a otra o a adquirir en un libro, y se priorizaban la repetición
mecánica de procedimientos y la memorización de contenidos.
“Aprendizaje tradicional”. Imagen de autoría propia utilizando elementos del catálogo de uso libre de Canva.
Los
avances en la tecnología y en la pedagogía han presionado a los modelos de
aprendizaje para renovarse, para adaptarse a la rápida propagación de la
información resultante de las nuevas redes de comunicación y los nuevos medios
de transmisión. Me interesa en este sentido concebir al aprendizaje como un
resultado de la observación o el razonamiento dependiente por completo del
sujeto, de sus experiencias y de su interpretación del mundo que lo rodea y la información
que este le brinda. En un mundo en constante evolución se vuelve esencial
mantenerse aprendiendo cosas nuevas que nos permitan adaptarnos a él, no sólo
en términos de conocimiento académico sino también en cuanto al desarrollo de
habilidades como el pensamiento crítico, la comunicación efectiva y la
creatividad.
Como
consecuencia de la globalización
se torna imposible entender al aprendizaje desde una perspectiva no relacional,
con lo cual emergen modelos como el de aprendizaje
en red: una forma de redefinir la manera en la que entendemos y accedemos
al conocimiento, convirtiéndose en una oportunidad para seguir entrelazando la
educación con las herramientas que cada vez están más presentes en nuestra vida
cotidiana. Las redes digitales permiten atravesar las barreras tanto
geográficas como culturales, y conectar personas que comparten nuestros
intereses e incluso nuestros objetivos de aprendizaje. No sólo me refiero a
casos interacción recíproca, ya que al acceder a materiales, información,
imágenes, etc. estamos de alguna manera conectados a quien decide contribuir
con ellos a un espacio global de recursos que está al alcance de un «click».
“Ventajas del aprendizaje en red”. Imagen de autoría propia utilizando elementos del catálogo de uso libre de Canva.
El
aprendizaje en red refiere a las conexiones que los estudiantes (o personas que
aprenden) realizan para abrirse camino en su aprendizaje y alcanzar un nivel
mayor de comprensión. Es importante también notar que el aprendizaje en red
como tal es mucho anterior a la era digital, ya que no depende exclusivamente
de internet ni de las redes sociales, pero que estos últimos factores
influyeron notoriamente en la velocidad a la que se daba la comunicación entre
los participantes de una red, superando a su vez limitaciones tanto temporales
como físicas.
Jordi
Adell, profesor de la Universidad de Jaume I, desarrolla las que llama
"ocho ideas para la enseñanza en red" en su presentación. Las traigo
porque me parecen esenciales para hablar de aprendizaje en red, y creo que
mencionarlas abre más el panorama.
Justamente,
la primera idea compartida por Jordi nos dice:
1.
"La cooperación y la colaboración son esenciales en el proceso de
aprendizaje", donde destaca no sólo trabajar el conocimiento adquirido
sino también "habilidades y actitudes". Hoy en día es imposible, como
mencioné previamente, pensar el aprendizaje de manera no relacional, ya que
todo conocimiento que adquirimos está de alguna manera intervenido por los
medios por los que accedemos a ellos o las personas que lo comparten (ya sea
directa o indirectamente) con nosotros. Utilizar las herramientas actuales para
hacer de esa interacción una colaboración abre mucho más el rango de
posibilidades que nos ofrece el aprendizaje.
Me
atrevo a hacer un salto y destacar junto con esto el punto 5. de su
presentación: "La diferencia es riqueza en el proceso de aprendizaje",
ya que de la colaboración no siempre surgen ideas iguales o incluso similares,
pero esa diferencia de interpretaciones y opiniones es tan importante como el
conocimiento que se está compartiendo, es un color más, otra versión, de eso
mismo que estamos aprendiendo y es lo que más separa al aprendizaje en red del
aprendizaje entendido como memorización y repetición de un contenido. Ser parte
de una red de aprendizaje implica inevitablemente el diálogo y la participación
de todos los integrantes de la misma, a fin de que esa diferencia se haga
pública y sea compartida con el resto.
Por
último destaco el punto 7. "La reflexión crítica es la parte más
importante". El aprendizaje en red no se trata de apropiar todos los
conocimientos posibles desde todas las perspectivas posibles; esto no sería ni
fácil ni beneficioso. Este modelo requiere que el sujeto que aprende analice la
información, la evalúe, y determine con qué quedarse, ya sea que ese
conocimiento sirva en sí mismo o como nexo o base para otros conocimientos
posteriores.
Dejo
a continuación el vídeo para quienes quieran mirarlo completo y profundizar
sobre el tema:
En
conclusión, una forma de definir el aprendizaje en red es en principio entender
al aprendizaje como una red de elementos heterogéneos que funcionan
correctamente en conjunto. La red de aprendizaje depende completamente de los
sujetos que están involucrados en ella, que la hacen funcionar, por lo tanto
entender el aprendizaje en red es entender a los individuos, a sus relaciones y
conexiones que les permiten acceder a información, compartirla y teñirla de su
propia subjetividad.
En
el ámbito docente, no depende sólo de los estudiantes mantener y nutrir esas
redes de aprendizaje, sino que, como educadores, es indispensable encontrar
maneras de formarnos e insertarnos en espacios de aprendizaje en red. En pos de
esto, comparto a continuación un Padlet donde estudiantes del Instituto
Superior de Formación Docente N°41 compartieron espacios de capacitación
docente:
Existen miles de metodologías de aprendizaje que hacen que la educación del siglo XXI disponga de un amplio catálogo de opciones a la hora de llevar conocimientos al aula. El día de hoy vamos a explorar una metodología que pese a su antigüedad continúa vigente, para aquellos que sienten que se adapta a su forma de enseñar.
Se trata de la Taxonomía de Bloom (1956). La palabra taxonomía (si bien a menudo usada en el ámbito de la biología) refiere principalmente a una ordenación jerárquica, en grupos. En esta ocasión el autor original, Benjamin Bloom (1913-1999), categorizó los que llama pensamientos de orden inferior y pensamientos de orden superior, de manera que los primeros sirvieran a los alumnos como base para alcanzar los últimos.
En la siguiente infografía desarrollo la temática para que puedas conocer todo sobre la Taxonomía de Bloom ¡sin necesidad de dejar la página!
* Imágenes de autoría propia utilizando elementos del catálogo de uso libre de Canva. Prohibida la reproducción total o parcial de esta infografía.
Espero que te haya resultado útil y hayas aprendido sobre esta metodología de aprendizaje. ¿La llevarías a tu aula?
En el día a día hay
muchos hábitos sociales que nos caracterizan. Uno de ellos es, cuando conocemos
a una persona o grupo de personas por primera vez, presentarnos, decir nuestro
nombre y acompañarlo de aclaraciones pertinentes a la conversación de la que
estamos formando parte, así sea nuestra ocupación, intereses u opiniones.
Cuando transferimos la socialización a un espacio público digital es importante
considerar el gran alcance que puede tener una interacción: una publicación,
una foto, un video, o cualquier tipo de información que decidamos plasmar en
internet, y preguntarnos: ¿quiénes somos y cómo nos estamos presentando? ¿Desde
qué lugar aportamos a ese espacio digital? ¿A quién buscamos que llegue?
Incluso aunque no controlemos esto último, o la percepción de un otro que
accede a nuestro contenido, sí tenemos en nuestro poder miles de herramientas
para orientar la lectura o visualización, para aclarar nuestras intenciones y
para compartir nuestro contenido de la manera que más fiel resulte a nuestras
intenciones iniciales.
Las formas en las que
decidimos interactuar con este entorno y la forma en que este reacciona moldean
la llamada identidad digital, concepto desarrollado por varios coordinadores de la FLACSO en 2017,
que consideran la incidencia del entorno (familia y escuela, principalmente) en
la construcción de una identidad que sea aceptada por una comunidad. Los
autores reflexionan que “[las] condiciones de aceptabilidad son definidas y
cuestionadas por los sujetos y, en consecuencia, son susceptibles al cambio y a
la transformación.” (Sevilla H., Tarasow F., y Luna, M., 2017, p. 78). Este
pasaje me remitió al sociólogo Zygmunt Bauman y el
análisis que realiza sobre la modernidad
líquida, que plantea una sociedad en continuo movimiento, donde el ser
humano se transforma al ritmo que lo hace la sociedad, y se adapta según sea
conveniente para avanzar. En contraste con un entorno sólido e invariante la
interacción con el fluctuante espacio digital sobre-estimula al usuario y lo
redirige constantemente hacia nuevos intereses, forzándolo a adoptar una identidad
que esté en concordancia con el mismo.
En este camino de aprendizaje y de búsqueda de una identidad no sólo debemos ser auto-reflexivos, sino que debemos mostrarnos críticos ante este flujo de información y contenidos al que somos susceptibles como usuarios. Conforme más y más subjetividades ganan acceso al espacio digital nos vemos enfrentados con más diversidad de ideas, interpretaciones, intenciones y objetivos; de esta manera, se vuelve un verdadero desafío juzgar la veracidad de lo que consumimos, y es fundamental preguntarnos: ¿Qué hábitos convierten esta lectura-repetición de la información en una experiencia enriquecedora?
Rosa E. Pruneda; M. Carmen Castillo; Carlos M. Mozos; Ana M. Sanz y Hélia Serrano. 2023. Competencias digitales para el profesorado universitario. ResearchGate. Recuperado de [Link] el 18 de agosto de 2023.
Propongo al lector reflexionar sobre lo que me gusta llamar el "fenómeno Wikipedia", comenzando por identificar qué acude a la mente al escuchar el nombre de esta página web, especialmente en el caso de estudiantes y/o docentes. ¿Qué pensamos cuando vemos esta palabra entre las fuentes citadas de un texto? Y es que ya hace un tiempo que a Wikipedia la persigue una reputación de no ser una fuente fidedigna de información, debido principalmente a su formato colaborativo que da libertad al usuario de crear entradas en la enciclopedia, así como de modificar lo que escribieron otros usuarios. Según
Matthew Wall (2015), en su artículo
para BBC: "Wikipedia
se autovigila y cuenta con una comunidad de editores voluntarios para mejorar
la calidad y la exactitud de las páginas a través de tiempo. Se
basa en el principio de la "sabiduría de las masas". La idea es que
los escritores respalden los hechos que redactan con referencias comprobables y
fuentes autorizadas lo más posible."
Ana d'Almeida, 2012,
"wikipedia protest". Flickr. Recuperado de [Link]
el 18 de agosto de 2023.
Teniendo
en cuenta esto último, en la mayoría de los casos el estudiante que accede a
una entrada de Wikipedia también tiene acceso a las fuentes citadas en la
misma; sin embargo, la costumbre de "copiar y pegar" llevó a los docentes
a prohibir Wikipedia bajo la asunción que el estudiante haría exactamente eso,
sin leer la información, a la vez que a los estudiantes a confiar ciegamente en
la información que veían en línea. Pero, ¿es prohibir Wikipedia la mejor opción
para evitar que pase esto? ¿Acaso el estudiante, desinteresado, que copia y
pega de Wikipedia no puede hacer lo mismo desde otras fuentes?
Les recomiendo leer este artículo si quieren saber más sobre el funcionamiento de
Wikipedia y las fuentes que utiliza.
Este
accionar, que restringe en lugar de informar, conduce a un gran desaprovechamiento de las potenciales habilidades y capacidades del estudiante
que comienza a navegar en la web, a investigar, por cuenta propia, y le enseña
a evitar sitios web porque "el profesor lo dice", no basándose en un
criterio propio, fundamentado, de por qué la información le sirve o no. En
palabras de George Siemens, uno de
los principales referentes de una teoría del aprendizaje conocida como conectivismo:
"El conectivismo es orientado por la comprensión que las decisiones están
basadas en principios que cambian rápidamente. Continuamente se está
adquiriendo nueva información. La habilidad de realizar distinciones entre la información
importante y no importante resulta vital." (George Siemens, 2004, p. 6).
Tanto este modelo de aprendizaje, como las nociones de aprendizaje
colaborativo que se desprenden del funcionamiento de Wikipedia, serían
un excelente punto de partida para que tanto docentes como estudiantes reflexionen
respecto a la información disponible –verdadera, falsa, dudable– en enciclopedias
digitales, foros y otros repositorios.
A
la hora de navegar en la web es necesario considerar nuestras responsabilidades
como ciudadanos
digitales, un término en constante construcción y evolución que refiere tanto
a las actitudes de las personas en los espacios digitales como a los derechos y
obligaciones de los mismos, entendiéndose que no basta con acceder al espacio
digital para ser considerado ciudadano;
la UNESCO describe al ciudadano digital como aquel que "comprende el
funcionamiento y los principios que rigen el entorno digital, analiza el lugar
y papel que las tecnologías ocupan en la sociedad (...)" y además
"sabe hacer un uso reflexivo y creativo de Internet, tanto para el
análisis crítico, como para la participación" (Roxana Morduchowicz, 2020, p.
6). A la hora de editar Wikipedia, o sitios web semejantes, es necesario tener
en cuenta ciertos miramientos y consideraciones que nos ayuden a mejorar el
sitio web y ampliar la red de conocimientos de la que estamos formando parte.
No es necesario ser expertos para realizar estas modificaciones, por lo que
entra en juego la voluntad del usuario por apoyarse en fuentes que sean de
confianza y tomarse el tiempo de elaborar una entrada que condense su
investigación, a sabiendas de que otros usuarios tienen también el derecho de
editarla, así como de reportarla, leerla y referenciarla en sus propios
trabajos.
En
el repositorio de educ.ar tenemos a
disposición una guía de edición en Wikipedia. Si estás interesado, hacé click acá
para saber cómo convertirte vos también en un "Wikipedista", como lo
llaman en la guía, de manera responsable y consciente.
Para
cerrar les comparto otra cita de George Siemens respecto al conectivismo: “Las
conexiones que nos permiten aprender más tienen mayor importancia que nuestro
estado actual de conocimiento.” (p. 6), que en mi opinión guarda relación con las
ideas de Aristóteles, muy relevantes para mí en mis primeros encuentros con la
filosofía y sociología, de acto y
potencia: el primero representando lo que somos, nuestra sustancia en un
momento determinado; el segundo como englobe de lo que podemos llegar a ser, el ser no-absoluto, relativo a su propia esencia
pero también al impacto en el ser de aquello que lo rodea. Concebirnos como
seres privados de conocimiento es el primer paso hacia convertirnos en
aprendices en potencia.
Bibliografía:
George Siemens, "Conectivismo: Una teoría de aprendizaje para la era digital", 2004, traducción de Diego E. Leal Fonseca (2007).
“Guía de sensibilización sobre Convivencia Digital”, elaborado en el año 2017 por la fundación Faro Digital en coordinación con UNICEF y el Gobierno de la provincia de Bs. As.
Roxana Morduchowicz, "La ciudadanía digital como política pública en educación en América Latina", 2020, en coordinación con la UNESCO.
Sevilla H., Tarasow F., y Luna, M. (coords.) (2017). Educar en la era digital. Guadalajara: Pandora.